jueves, 16 de diciembre de 2010

Retiro

No soy ningún jugador de fútbol profesional, ni lo fui. A lo largos de toda mi vida jugué con mis virtudes y mis defectos. Pero la gente de mi generación de a poco fue despidiéndose de las canchas por razones varias, de salud, laborales, familiares.
Si bién el temperamento se fue calmando, todavía sigo sintiendo la adrenalina de cuando mis compañeros se equivocan, cuando los contrarios hablan en vez de jugar y la vergüenza ante un caño del contrario.-
Pero no es menos cierto que los años pasan, y no es bueno seguir jugando con chicos a los que uno les llevan una importante cantidad de años, porque ese temperamento queda fuera de lugar. Por lo dicho, este año lo jugué con la cabeza tranquila, a un buen nivel, y el último partido lo terminamos ganando como corresponde, con un buen juego de mi parte.
Y creo que ante estas circunstancias llegó el final. Serán los tiempos de ver las cosas desde afuera, de divertirme ante un gol errado, ante una marca perdida, ante un compañero que jugo sin dormir, ante una goleada inesperada.-
No habrá partido despedida, ESPN no me tendrá en sus capítulos reservados para las leyendas, no pondrán mi nombre a ningún estadio, pero nadie sacará de mi memoria los buenos momentos vividos entre amigos….

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