domingo, 14 de noviembre de 2010

Semana atípica

Semana atípica. Extraña. Golpes indirectos. Golpes directos. Empezar, abortar, recomenzar, analizar, preveer, discutir,sufrir, conciliar, amigar…. En realidad todas las semanas tienen estos componentes que se repiten constantemente, pero en la última se evidenciaron más los negativos sobre los positivos.
Nos podemos quejar?. Entiendo que no. Cuando nos adentramos en la pesadumbre, trato de recorrer rápidamente el mundo exterior y observarme donde me encuentro. Me exijo emerger de la autocompasión fácil de que todo los astros se confabulan para complicar mi finita existencia.-
La vida es una suma de consecuencias. Aciertos, errores. Pero lo importa es la experiencia que se absorbe de ellos.-
Alguna vez escuche en una cena trivial, que los males que se arreglan con bienes no son males. Y si bien, podemos coincidir que no estamos ante un estudió filosófico sobre la vida, no es menos cierto que tenemos que sacarle dramatismo a los problemas y situarlos en el lugar que corresponden. Si fracasamos en esta ordenación, los “problemas” que se nos crucen nos terminarán devastando, conllevando consigo amistades, negocios, diversiones… y en casos extremos, la vida.-
Con el avance de la escritura de estas líneas, entre la pesadumbre que me invade y la esperanza que la repele, arribo a la conclusión que ninguno de los “problemas” que me acechan son insolucionables. Ante su sonrisa socarrona escondiendo sus pensamientos que se dirigen hacia la certeza de que esa “esperanza” será rápidamente superara, respondo que es muy posible que el invasor consiga nuevos triunfos, algunos de características que producirán la dominación de gran parte de mi psiquis, pero no es menos cierto, que tengo en claro que lo tengo que combatir para no dejarme avasallar.
Y como dicen esos amigos encubiertos que cobran, los psicólogos, cuando tenemos focalizado el problema la solución se encuentra cerca…. Muy cerca

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