lunes, 27 de septiembre de 2010

Nueva semana


Ideas nuevas, proyectos nuevos se renuevan con el comienzo de cada semana que serán desvastados por el implacable monstruo de la rutina semanal loboral, que postergaran para semanas venideras proyectos de mayor descanso y disfrute de la vida. Estas cosas suceden de la misma forma que cuando terminamos una cena con amigos divertida o unas excelentes vacaciones surge la idea que se tiene que volver a repetir, hecho que certeramente no sucederá.-

Con los conceptos precedentes estamos sosteniendo que la lucha por una vida mejor es imposible?. Para nada, simplemente que debemos estar muy atentos para que el día a día no nos atropelle, no nos enrosque. Simples advertencias, que con certezas cuando termine de escribir estas líneas ya habré olvidado.

PD: Tampoco es necesario programar un timetable como el de la foto

viernes, 17 de septiembre de 2010

Voltaire


La estupidez es una enfermedad extraña: el enfermo no sufre por ella,sino la sufren los demás.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Sufriendo la mediocridad general.....

A medida que uno avanza en la vida laboral, empieza a comprender las actitudes de los distintos actores. Lo que más me llama la atención, es la mediocridad general que tienen los profesionales en nuestros tiempos. Cuando nos referimos de profesionales incluímos médicos, abogados, contadores, diseñadores o todo aquél que brinda un servicio rentado.
Lo más paradójico, es que cuando se entabla diálogo con ellos hacen gala de una sabiduría y un ejercicio de su profesión como si nos encontráramos ante el Roger Federer de la actividad, lo que nos convence a contratarlos. Entiendo que no nos mienten cuando describen como encararán la situación que uno les plantea, con la maestría que ejecutarán sus ideas y la pulcritud y puntualidad con la que actuarán. Pero….
En el desenvolvimiento de las tareas que se le encargan empiezan a ser atrapados por la telaraña de la vida diaria, empiezan a utilizar excusas archiconocidas por quienes somos habitúes de contratar el servicio que nos vende.
La pregunta que se impone, que es lo que hace devaluar el servicio que nos prometes y están convencidos que nos pueden dar y el que realmente entregan?.
Sin lugar a dudas, los profesionales terminan siendo devorados por el día a día, fundamentado principalmente en una mala organización de sus actividades, que lo llevan a reuniones interminables, falta de concentración en su trabajo, y demás problemas.
Parafraseando a Napoléon, adquiere los servicios de un profesional por lo que vale y trata de venderlo por lo que él dice que vale y te harás millonario